Un pasaje sin regreso.

Al pasar del tiempo me di cuenta que
hay muchas personas que son simplemente pasajeras.

Son necesarias en tu vida por un periodo de tiempo,
en el momento que tengan que marcharse no se debe
de mirar de una manera triste o nostálgica. Al contrario
debes de sentirte feliz de que su propósito en tu vida
ya terminó, ya aprendiste lo que ibas aprender de esta
persona y es hora de seguir adelante aprendiendo
de otras personas pasajeras y conservando aquellas personas
que se enriquecen de ti día a día como tú de ellas.
Hoy día me siento sumamente agradecida de todas
esas personas pasajeras en mi vida que las aprecio muchísimo
y me alegro de que haya podido aprender tanto.
Pero ya su tiempo y mi tiempo terminó y es hora de
continuar caminando con muchos pasajes sin regreso,
porque entre más pasajes tengas, más aprendes del mundo.